Una boda China

China es el país más poblado del mundo, con más de 1.300 millones de habitantes. Es una república socialista con la capital en Pekín. A diferencia de muchos otros países de oriente, éste, ha decidido ampliar el modo tradicional de casamiento con ideas de occidente.

Las novias visten de rojo porque este color simboliza amor, alegría y prosperidad. Además, son tan supersticiosos que todos los detalles de la boda van de color rojo: invitaciones, ornamentos, sobres con regalo…

Antes de realizarse el enlace, la novia tiene la misión de reunirse con sus amigas y familiares más allegados. De esta manera puede lamentar sus últimos minutos de soltería en presencia de sus más queridos. No es extraño que llore en ese momento, ya que suelen ser matrimonios de conveniencia.

Las dos familias hacen regalos a los novios, pero es la familia de la novia la que se adelanta siempre. Suele ir a casa del novio tres días antes del enlace y regalar canastas y cajas de color rojo. En cambio, la familia del novio hace lo mismo pero el mismo día de la boda. Esas canastas contienen “Uang Susu” y “Milk Money”. El primero es un alimento y el segundo es dinero que se ofrece a los novios para alimentos.

En la tradición china existe la leyenda de “Las tres cartas y las seis etiquetas”. El novio enviaba a un intermediario para ver las posibilidades que tenía con la familia de la novia. Si la respuesta era positiva enviaba una carta de compromiso a los padres, pero aún la familia se podía echar atrás. Es como una especie de pruebas las que tenía que pasar el novio. Una vez conocida la familia tenía que hacer regalos a toda la familia de la novia, acompañados de una carta donde el objetivo principal era que tenía que ser devuelta por todos aquellos que aceptaran el regalo. Si todo salía correcto lo último que le quedaba era darle otra carta de compromiso a la novia el mismo día de la boda, así ella tenía la última palabra. Sobre las seis etiquetas se refiere a seis tareas que el hombre debía cumplir : propuesta oficial, comprobar que fueran compatibles según la astrología, elegir una buena fecha de boda, entregar los regalos a la familia de la novia, confirmar la fecha y , por último, la boda en sí misma.

Es curioso el papel que tenía la mujer en ese momento, única y apoderada de escoger al novio perfecto, y el papel que desempeña hoy en China. Sin duda, un gran cambio.