jueves, 20 de enero de 2011

El Velo


¿Me coloco o no me coloco velo?
Si retrocediéramos en el tiempo seguro que la pregunta no nos la haríamos. Antes era extraño no llevar velo, más bien era un elemento imprescindible de la boda. Pero ahora los tiempos cambian y una novia puede ir perfectamente sin velo. Depende del gusto de cada prometida la elección es de una manera u otra.

  • Tenemos los velos cortos o blusher que miden entre 55 y 65 centímetros de largo. Es el típico de las películas: se usa hasta llegar al altar y en el momento del beso se retira hacia atrás.
  • Un poco más largos pero de forma similar están los velos largos hasta la cintura. Son aquellos que llegan a la altura de la cintura, como su nombre indica, o a los codos.
  • A continuación nos encontramos con el velo de capa o cascada. Es difícil encontrarlos en las novias porque no pertenece a la moda de nuestros años, pero ideal para una boda no convencional.
  • Uno de los velos más demandados por las novias hasta estos días es el velo capilla. Estiliza la figura, cubre el rostro y acompaña muy bien al vestido. Por eso es el preferido de muchísimas novias.
  • El velo por excelencia de la realeza se llama velo catedral. Era muy común en todas las princesas y reinas del mundo y aún en nuestros tiempos es tradicional en algunos países. En el nuestro, España, vimos como Leticia Ortiz lo llevaba puesto. Esta clase de velo mide alrededor de 2 metros de largo.
  • Y, por último, tenemos la mantilla que está muy de moda en estos días. La suelen llevar las novias más convencionales y con vestidos modernos para dar contraste al estilo.

VIP
Recuerda que en los juzgados no es aconsejable llevar velo, pero sí un tocado adecuado. Cuando te coloques el velo rocíalo por dentro con laca, conseguirás mantenértelo apartado de la cara y no transmitirá el calor. Y no te olvides que la mantilla jamás tapa el rostro de la cara.



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